Las (horribles) gotas que a veces desbordan mi vaso

Siempre he sido muy sensible en general, pero en particular nunca he soportado la maldad dirigida a seres indefensos como niños, ancianos o animales. Desde que soy madre esa sensibilidad se ha multiplicado por… no sé, digamos que 20 (millones) y a la que tengo conocimiento de alguna noticia de esta índole me recorre un escalofrío interminable por todo el cuerpo, se me ponen los pelos como escarpias y me paso dándole vueltas durante semanas, visualizando una y otra vez a esas pobres criaturas y preguntándome cómo es posible que existan monstruos de semejante calibre. 

La reflexión que sigue surge de la reciente noticia del ex presidente de las juventudes socialistas de Elche, involucrado en un sórdido e inhumano caso de tenencia y distribución de pornografia infantil. También viene a enlazarse con el 25 aniversario del caso de las niñas de Alcàsser, los ríos de tinta que corrieron, el macabro tratamiento periodístico que se hizo en su día y las muchas teorías conspiranoicas sobre la supuesta implicación de altas personalidades políticas y militares en la tortura, violación y asesinato de las chicas. Estos dos elementos me han venido desbordando últimamente y cuando mi vaso rebasa es lo que tiene, tengo que «vomitar» a través de la escritura. Y mira que hacía tiempo que no me pasaba…

En general, que sucedan desgracias así hacen replantearse muchas cosas hasta al más beato y a mi que no soy muy capillitas ya ni te cuento. ¿Qué clase de Dios permite que ocurran estas cosas? ¿A qué lado mira mientras suceden? Y no me sirve aquello de… Dios le dio al hombre libre albedrío. Claro, y bajo esa excusa se sienta a comer palomitas cada vez que a una de sus creaciones supuestamente humanas le da por ser poseído por Satán… Pues perdona, pero si realmente esto es así me bajo del cristianismo (bueno, en realidad nunca he ido demasiado montada en ese coche… 🙄) En fin, a lo que iba: supongo que, simplemente, así como existe el Bien también existe el Mal y es una de las muchas dualidades contrarias que conforman el mundo. Yo jamás me erigiré como el adalid de la bondad, solo sé que desde luego me repugna de forma incontrolable la maldad en estado puro que destila cada noticia sobre pederastia, violación, maltrato, tortura, asesinato, compra venta de seres humanos, y un sinfín de actos atroces que por desgracia se repiten una y otra vez a lo largo y ancho del planeta. 

Ante este tipo de sucesos, disquisiciones teológicas aparte, me hago dos preguntas: en primer lugar, ¿qué tipo de podredumbre moral tienen algunos hombres? Y digo hombres porque la inmensa mayoría de aberraciones de este tipo son cometidas por ellos, no porque piense que el gen de la maldad -si es que existe tal cosa- sea inherente al género masculino, sino por cuestiones de estadística (más amante de los hombres que yo, que tengo dos hijos varones… difícil). El por qué lo desconozo, quiero creer que se trata de gente que ha sufrido en sus carnes, probablemente en su niñez, algún tipo de abusos y que posteriormente infligen ese sufrimiento una vez llegan a la adultez repitiendo el patrón del cazador que en su día fue cazado. Pero no soy tan ingenua, sé que no puede ser siempre esa la causa sino que a veces simplemente la maldad está detrás y se manifiesta a través de ciertos individuos disfuncionales que no pueden vivir en sociedad; psicópatas a quienes habría que encerrar de por vida para estudiarles y tratar de entender qué tienen en la cabeza, literalmente, quizá algun tipo de alteracion física en el cerebro que explique sus tendencias criminales y sus parafilias peligrosas…. o, más aterrador aún si cabe, puede que simplemente sean hijos «sanos» del patriarcado, el típico vecino que siempre saludaba mientras luego por las noches hacia snuff movies con niñas de 12 años en el trastero de su casa porque piensa que las niñas son pequeños objetos usables y abusables para uso y disfrute del macho (disfuncional) de turno.


Cuando choco contra una de estas noticias pienso que mis hijos no son mi posesión, que cuando crezcan volarán ahí afuera y no podré protegerles eternamente. Es más, tampoco debo porque la única forma posible de hacerlo sería encerrarlos en una torre foreverandever, y no es plan… No podré protegerles siempre, vale, pero además ¿cómo les explico la clase de purria que hay ahí afuera? A ellos, que son Luz, a ellos que son el Bien en persona? Pues supongo que, aunque no quiera, ya se darán cuenta solos y yo tendré que contentarme con intentar darles las herramientas para enfrentarse al mundo enseñándoles al mismo tiempo a respetar su entorno y a los que les rodean.

La segunda pregunta que me hago tiende más hacia una aparente paranoia que yo creo más que justificada: ¿podría ser posible que ese Mal que a veces enseña la patita -la garra- sea en realidad el que tiene el Poder en el Mundo? ¿Estamos gobernados y dirigidos por él? Cuántos crímenes aparentemente sin resolver, o que se saldan con cabezas de turco en forma de delincuentes de poca monta, en realidad esconden poderosas manos negras… cuántos periodistas o policías han intentado muchas veces sacar sus reveladoras pesquisas a la luz y han sido rápidamente silenciados. Estoy segura de que si alguna de esas revelaciones se hiciese pública sacudiría de arriba a abajo los cimientos de esta pseudodemocracia nuestra. 

La conclusión, por lo tanto, no solo es que Homo homini lupus estilo Rousseau, sino que el Mal ostenta el Poder o al menos corrompe la mayoría de sus estamentos y nadie está a salvo de sufrirlo en algún momento. Pero los buenos somos más y forjamos la base de la pirámide, por lo que sólo queda esperar que algún día ésta se invierta y la cúspide podrida sienta el peso de la base cayendo sobre ella.

Si puedo conseguir que mis hijos formen parte de ese cambio, ya me doy por satisfecha. 

Frescores

Retomo el blog en este gélido día de principios de febrero en el que las partes altas de Barcelona han amanecido blancas. Los que vivimos en los barrios obreros a nivel del mar estamos acostumbrados a que esto de la nieve sea cosa de ricos en Barnacity, entendiendo la nieve en toda su polisemia y metonimia (me vienen a las mientes pistas de esquí y sustancias ilegales…)
Si miro al horizonte veo que se aproximan cambios, no sé si vienen nubes y se atormenta una vecina o lo que se acerca es la primavera con su bonhommie (en este caso bonfemmie, porque la Primavera de toda la vida de Dios ha sido una preciosa mujer de pechos fragantes, generosos y desprovistos de silicona). El caso es que cual osa hormiguera empiezo a desperezarme después de estos meses de cómoda rutina mecánica, de ir y venir a la madriguera y al tajo de forma ordenada y planificada, y me dispongo a otear lo que está por venir con fuerza, ánimo y espíritu de lucha. De las decisiones que se tomen los próximos días dependerá mi/nuestro futuro inmediato y no tan inmediato.

De momento sólo puedo decir que la vida es una aventura maravillosa, un libro en blanco que hay que ir escribiendo día a día y que lo más importante sigue siendo rodearse de un gran equipo para afrontar las piedras del camino con energía. Yo puedo sentirme afortunada porque no puedo contar con mejor compañía…
Bueno pues ya me despido después de este desahogo poético-festivo que acabo de hacer. Como veis en el contenido no hay gran cosa, pero hoy me apetecía regodearme en las formas.

Nos leemos pronto 🙂259271